Tarjetas Revolving

Tarjetas Revolving

Puede que tengas una tarjeta revolving y que no lo sepas. En muchos casos, estas son usurarias o abusivas y puede reclamarse la devolución de los intereses pagados por ellas; pero …

¿Qué es una tarjeta revolving?

Las tarjetas revolving son una tipología de tarjetas para el pago o financiamiento de compras que tienen vinculada una línea de crédito y cuyo pago es aplazado.

De esta forma, cada vez que se paga con ellas, se genera un préstamo. Por dicho préstamo, el titular de la tarjeta pagará intereses en la forma que se estipule en el contrato.

Por lo general, se abonarán primero los intereses y después parte del capital prestado. De forma que el resto de dinero prestado seguirá generando intereses de forma mensual.

Asimismo, el carácter revolvente es el que convierte a este tipo de contratos en indefinidos. Ello en tanto que su duración dependerá de las cuotas que abone su titular (es decir, la amortización de principal, lo elevado que sea el interés que se aplique y de las disposiciones que efectúe el usuario).

¿Cuánto puedo llegar a pagar por una tarjeta revolving?

Como decíamos, las tarjetas revolving suelen emitirse con pago aplazado y se paga primero los intereses. A ello suele acompañarle una modalidad de «pago mínimo», en la que la práctica totalidad de lo que se paga en cada cuota son intereses. Por lo que el pago del préstamos se alarga durante años.

A modo de ejemplo, en el caso de una tarjeta con un tipo de interés medio anual del 27,24%, y en donde se dispone de un crédito de 6.000 euros:

• Si se devuelve a razón de 300 euros al mes, se terminará de abonar en dos años y tres meses y  costará 2.087 euros en intereses.

• Si la cuota se rebaja a 170 euros, el crédito tardará seis años en pagarse y costará 6.234,10 euros en intereses.

Y hasta aquí, variaciones de unos pocos euros disparan la diferencia:

• Así, en caso de la cuota se rebajase a 150 euros, la deuda tardará casi nueve años en pagarse y costará 9.944,93 euros en intereses.

¿Por qué se pueden reclamar frente a una tarjeta revolving?

Dos son los motivos que pueden concurrir en una tarjeta de éste tipo para reclamar.

Uno de ellos es que el interés sea usurario; eso es, significativamente superior al interés normal del dinero y que ello no está justificado en las peculiaridades del caso. Segundo requisito que no suele concurrir ya que las tarjetas revolving han sido un producto comercializado de forma masiva y estandarizada. Para determinarlo hay que atender al T.A.E y al momento de contratación principalmente.

El otro pasa por declarar que la cláusula mediante la que se calcula el interés o forma de pago no han sido incorporadas al contrato. Esto ocurre cuando por la información facilitada, la redacción de las cláusulas y otros elementos en éstas, el consumidor no puede llegar a comprender realmente el peso económico de las mismas.

Advertencias finales

Los epígrafes anteriores intentan explicar en un lenguaje comprensible para el usuario medio como funcionan las tarjetas revolving. Ello conlleva sin duda que pueda haber imprecisiones, tanto en su descripción como en la de los motivos para reclamar. Por eso le recomendamos que si sospecha que puede tener una tarjeta revolving, acuda a un profesional en la materia.

Es más, muchas veces, cuando uno reclama ante la entidad financiera los intereses de la tarjeta, si bien algunas compañías actúan en consecuencia, otras negocian de mala fe e intentan amedrantar al usuario. Por lo que siempre es aconsejable disponer de soporte especializado en esos casos.

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